Mertxe Carneiro ha escrito un artículo fabuloso, Leyendo a Robert Wasler en una cálida tarde de marzo que os invito a leer. No sólo porque me mencione con tanto afecto y que ello me haya conmovido hasta la médula, sino porque es magnífico, profundo, y de calidad. Os dejo con el fragmento en el que más me he emocionado. No es para menos,¿verdad?
«(..)Pero éste será el definitivo, el más doloroso porque cerrará de una manera inapelable ese tiempo de ternura, como así lo llama una gran poeta y buena amiga. Marisa Peña tiene el verso soñador y, a la vez, muy de carne y hueso. Domina la sintonía perfecta con los sentimientos ajenos, su yo poético siempre alcanza el epicentro emocional de sus lectores y lo acaricia con dedos leves, como de seda. Vengo leyéndola desde hace meses y en estos días me he topado con unos versos de su poema Decir adiós(1). Me han parecido tan oportunos, tan adecuados para
vertebrarse en los jaleos que me traigo conmigo misma…
Decir adiós a un tiempo de ternura
y enfrentarse a la vida
sin coraza,
sin refugio,
sin celo,
sin cobijo…
“Decir adiós a un tiempo de ternura”… Pocas veces he leído una frase que refleje mejor la circunstancia de perder a los padres. Marisa Peña ha sabido expresar con pasmosa claridad lo que significa. El tiempo de la ternura se acaba cuando los brazos de tus padres se han desvanecido y la niñez, nítido castillo que se ha mantenido incólume a través de las edades, empieza a derrumbarse. “Sin coraza… sin refugio… sin cobijo…”, la vida deviene una orfandad sin remedio. Estos versos me acompañan desde hace unos días, no puedo quitármelos de la cabeza y al mirar a mi aita, tan pequeño y frágil, niño bueno entre mis manos, me digo que se acerca el momento de la intemperie. Cuando eso ocurra, cuando ya nada me reúna con las cosas que me amaron, qué gélido será el mundo. Qué extraño será vivir sin que te guarden las espaldas. Se sucederán las primaveras, los rifirrafes intelectuales,Walser y Marisa Peña. Enviaré puntualmente mis artículos a esta revista, mi media lengua literaria dando la tabarra desde sus páginas y todo será aparentemente lo mismo, excepto que ya no
necesitaré las pequeñas verdades del amanecer, ¿qué harían en mis manos?, la herramienta es inútil cuando no existe la obra.»
1. Marisa Peña es madrileña y profesora de lengua y
literatura. Ha publicado: Antología: enredando versos; Rescatando
la memoria (II): La memoria herida y otros relatos; Donde
nacen las nubes y otros relatos; Versos enredados; Miscelánea
sentimental, y muy recientemente Ropa tendida al viento. Sus
dos páginas en Internet, Los papeles de Claudia y Enredando
palabras son una auténtica fuente de placer y conocimiento,
a las que acudimos un tumulto de almas en busca de calidad
y calor.
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Posdata para Mertxe: Gracias querida amiga, gracias por darle un sentido a lo que hago, ahora que tantas dudas me acosan. Perdóname por aprovecharme de tu artículo pero es de lo mejor que me ha pasado ultimamente y sólo conocía esta forma de agradecértelo. Esta y un café, virtual, entre tus hojas y mis papeles.
Mi querida Marisa:
¿Cómo no? ¿Cómo no iba a tenerte presente si con estos versos tan oportunos has encontrado una diana infalible en el centro de mi corazón?
Soy yo la te debe mucho…
Mi querida Mertxe…últimamente me ha dado por pensar que no tengo mucho que ofrecer.Que lo que yo digo ya lo han dicho otros antes y mejor, y que el panorama literario está copado y total ¿quién soy yo para hacerme un hueco donde no me llaman? En fin, que entre dudas y crisis llegó tu artÃculo, y la mención de Eduardo Andradas en las afinidades, y sentà ese calor , ese empujoncito, esa voz secreta que te dice,» sigue, hay alguien que te lee, personas que se identifican con lo que ofreces, que lo consideran suficientemente digno». No sé ,cuanto más me adentro en el bosque más deseo volver atrás. Pero luego leo tus comentarios, los de Bel, Santi, Edu…en fin tantos lectores y amigos que me apoyan que pienso que , aunque el camino no lleve a ninguna parte,¡qué gusto da caminarlo en tan grata compañÃa, la verdad!
Besazos mi amiga del alma.
Marisa… eso que dices todos lo hemos sentido en algún momento, lo sentiremos hasta el final, y es normal, es lógico estar al borde de desfallecer, si no ¿de qué manera se probarÃa nuestra honestidad literaria? Seguramente que desde Homero nadie se libra de cuestionarse sobre su valÃa y, por tanto, el hueco que puede forjarse en esta forma de arte. Tú escribes de una manera muy cercana, con palabras generosamente empapadas en ese fluido único que sólo un poeta puede segregar: el fluido del alma. Yo me siento bien al leerte, ¿acaso no está ahà la prueba de cuanto digo? Hay otra poesÃa, claro está, como hay otros mundos, pero cuando la estética es algo más que una técnica embellecedora y todo se vuelve música, entonces, mi querida Marisa, entonces estáis vosotros. En este momento, tú.
Marisa, eres merecedora de esas palabras y reconocimientos, y coincido en que las dudas siempre asaltan sobre la aceptaciòn de nuestras creaciones, pero como es en todos los campos del arte, cada quien tiene sus estilo y sus admiradores, y tus los tienes a montón Marisa, por esa forma exquisita de plasmar las emociones, que solo da cuenta de tu alma pura y del gran amor que habita en tu corazòn. Un beso fuerte
Marisa siempre ha tenido ese maravilloso don de la palabra. Cuando la conocÃ, las dos adolecidas adolescentes, esa luz de los poetas ya brillaba en ella como diamante en bruto, y no me ha sorprendido en absoluto, que después de tantos años, ese diamante, pulido y madurado, brille con luz propia.
! Qué envidia, Marisa,
saberte tan humana y tan bella en un mundo tan embrutecido
y poco humano. Te leo y es terapia, recuerdos, compromiso,
dolor y amor, la vida en sus raÃces más sencillas y es pura magia
volver a conocerte. Asà que escribe, escribe mucho, que tus versos son medicina para el alma.
Querida Mertxe, sé que la autoestima siempre sufre altibajos.Yo seguiré ahÃ, aunque sólo sea para recibir el cálido aliento de los que me léeis, que es el mejor regalo y el más preciado galardón.Un abrazo , amiga del alma.
Gracias jaud.Es difÃcil no tener dudas, no pensar que nos equivocamos, que lo que creemos un cualidad, un preciado don, no es más que buenas intenciones.No sé. De todas formas tampocoo aspiro akl Cervantes ni a formar parte de la historia de la literatura, asà que para ofrecer mi palabra a los que quieran acercarse a ella con mi pequeño lugar en el mundo es más que suficiente.Besos y mil gracias por estar ahÃ
Mi querida Yoli, no sabes cómo me emocionan tus palabras, caen sobre mà y me empapo de ellas y de recuerdos agridulces de mi adolescencia.Sigue aquÃ, me gusta saberte entre mis palabras.Besos enormes