Dibujando en el asfalto.


Dibujos de Julián Beever.

Cuando un artista crea, un mundo nuevo nace. Toda obra de arte es un acto de entrega que roza lo divino. Lo sabían los griegos, lo llamaban «poiesis» (ποίησις:creación), y de ahí la poesía. Todo arte es poesía (visual, olfativa, táctil, auditiva…), y por eso, cuando el fruto maduro del arte llama a las puertas de nuestros corazones, lo recibimos con ansia, con júbilo, a veces con recelo, pero siempre con una enorme espectación.