Acaba un nuevo año, un ciclo se termina. El invierno se instala definitivamente, se engalana de fiesta pero no es suficiente. Las cosas que perdimos son irrecuperables, los recuerdos se empeñan en invadirlo todo aunque nos resistamos. Nos engullen las prisas, los compromisos, las luces de neón, los olores penetrantes, los sabores imposibles… Os dejo mi reflexión en forma de montaje audiovisual, y os lo dedico a todos los que me habéis acompañado, incluso a los que me han abandonado, en este año que toca a su fin.
Espero que este nuevo año me permita seguir enredando palabras con vosotros, y que vuestras voces amigas ( las más antiguas y las más recientes, pero no menos necesarias) sigan ahí.
PD. Volved al principio de la entrada, poned los altavoces y dad al botón de inicio. Espero que os guste. La presentación es antigua pero refleja a la perfección todo lo que quiero expresar.