«El hombre es un heredero, no un mero descendiente» J.Ortega y Gasset
Mi abuela me contó su historia muchas veces, mas no por repetida resultaba menos dolorosa. La historia triste y dramática de los Martín Gago era la misma que la de muchos españoles (la de demasiados, desgraciadamente…). Pero ella no se la calló, y la fue tejiendo en mi memoria para que yo supiera de dónde venía, cuáles eran mis orígenes… Aquella fue su herencia. Y ahora que se cumple el centenario de su nacimiento quiero dedicarle algunos cuentos. Son historias que ella me contó y hay en ellas mucho de verdad y un poco de literatura.
Así nació La memoria herida , un grupo de relatos breves en los que, de manera circular, se fusionan pasado y presente para, con breves pinceladas (a modo de aguafuertes de un tiempo que pasó) mostrar las penurias de la represión desde el punto de vista de las “perdedoras” (mujeres anónimas que formaron parte, casi sin quererlo, de una tragedia histórica). He cambiado los nombres de las protagonistas incluido el suyo; pero he mantenido el espíritu de su dolor y de sus tristes experiencias, fruto de aquel tiempo terrible que les tocó vivir.
Cada cuento es una unidad en sí mismo; y, a su vez, forma parte de un todo superior que es la línea argumental o eje vertebrador de todos ellos: la memoria. Aunque los personajes tienen relación entre ellos, podrían no tenerla. Sus historias son independientes; pero juntas, forman el tapiz que reconstruye la fragmentada memoria de los vencidos.
Cada semana uno de estos breves relatos verá la luz como homenaje a aquellos que ya no están, pero cuyo recuerdo nos dejará siempre «harto consuelo» a los que aquí quedamos.