Segundo curso de Literatura Hispanoamericana. Era el último año de la carrera. Acababa de leer a Ciro Alegría y reeleía a César Vallejo, cuando cayó en mis manos un artículo de Scorza sobre la novela mal llamada «indigenista». Aquella profesora cuyo nombre ni recuerdo, aunque sí recuerdo que me producía una extraña antipatía, mandaba libros que tenían títulos sonoros y sugerentes. La cosa es que yo andaba bastante perdida ( en muchos aspectos) y no hacía sino leer libros que ella no había mandado pero que me fascinaban. Carpentier, Benedetti, Girondo, El amor en los tiempos del cólera, y un libro de poemas de Manuel Scorza me acompañaban junto a Ángel González y a mi siempreamado Lorca. Aún tengo el viejo cuaderno marrón de espiral y hojas a cuadros en el que escribía todo lo que sentía, mis impresiones literarias, y en el que conjuraba mis angustias vitales. Con fecha de febrero del 91 aparece esto:
VIENTO DEL OLVIDO.
Como a todas las muchachas del mundo, también a ella, tejiéronla en sus sueños, los hombres que la amaban.
Y yo la amaba.
Pudo ser para otros un rostro que el viento del olvido borra a cada instante. Pudo ser, pero yo la amaba.
Yo veía las cosas más sencillas volverse misteriosas cuando ella las tocaba.
Porque las estrellas de la noche ¡ella con sus manos las sembraba!
Los días de esmeralda, los pájaros tranquilos, los rocíos azules, ¡Ella los Creaba! Yo me emocionaba con sólo verla pisar la hierba
¡Ah si tus ojos me miraran todavía!
Esta noche no tendría tanta noche. Esta noche caería sin mojarme
Por que la lluvia no empapa a los que se pierden en el bosque de sus sueños relucientes, y sus días no terminan y son sus noches transparentes.
¿Dónde estás ahora? ¿En qué ciudad, en qué penumbra en cuál bosque te desconocen las luciérnagas?
Tal vez mientras escribo, estas en un suburbio, sola, inerme, abandonada…
¡Abandonada, no!
En tu ausencia mi corazón todas las tardes muere.
Manuel Scorza.
» En fin… literatura. Y nosotros preocupándonos del tiempo. Leyendo contrareloj. Engullendo crítica estúpida, vomitando conocimientos estériles en exámenes absurdos. Las letras, las grafías, el léxico, la morfosintaxis… ¿Por qué no sentimiento, amor, libertad, deseo, pérdida, encuentro, lujuria, desesperación? Leyendo este poema me he acordado del primer año y … me ha envuelto una tristeza fría, una sensación de pérdida, un vacío infinito. ¿Cuándo perdí el camino?¿Dónde estarán aquellos que me amaron?(…)»
(…)
He seleccionado este fragmento y el poema de Scorza que copié. De nuevo se han unido recuerdos aparentemente inconexos que han ido formando parte de lo que ahora soy. Los hilos invisibles de las palabras tejen y tejen.
¡Sólo por ti resplandece
mi corazón extraviado!
¡Sólo para que me veas,
ilumino mi rostro oscurecido!
¡Sólo para que en algún lugar me mires
enciendo, con mis sueños, esta hoguera!
¡El Mudo,
El Amargo,
El Que Se Quedaba Silencioso,
te habla ahora a borbotones,
te grita cataratas, inmensidades!
Algún día amarás,
alguna vez
en las lianas de la ternura enredada
comprenderás que cuando el dolor nos llega
es imposible hablar;
cuando la vida pesa, las manos pesan:
es imposible escribir.
( Los adioses. M. Scorza)
Este es uno de esos poemas que me acompañan siempre… La poesía siempre me salva de los abismos, me consuela, me aplaca, me hace sentirme menos sola. Dejo que abrigue mi corazón helado y la invito a quedarse; y no le pido nada a cambio, nada excepto su necesaria presencia.
«La experiencia de la literatura cura la herida de la individualidad sin socavar sus privilegios.» C.S.Lewis
Un abracÃsimo, querida amiga.
Qué cita tan acertada…la guardaré en mi memoria.Siempre he creÃdo que la experiencia personal de una lectura nos marca para siempre.Otro enorme abrazo para ti, querdÃsima Bel.
Algunas veces la poesia nos salva del mundo. En la universidad, en el aula, muchas veces en vez de enfocar la educacion hacia la busqueda de la belleza, de lo humano, se centra en crear mano de obra para el mercado laboral. Un pais que olvida a sus clasicos, a sus maestros, a sus poetas y sube a la cuspide del valor aun motero o un pega balones. Indudablemente como diria Machado, el necio confunde valor con precio y algunos quieren eso, crear un pais de necios, con unos pocos listos que vivan de ello.
Salud.
«En tu ausencia mi corazón todas las tardes muere». No creo que se me olvide este verso; es hondo, melancólico, de una belleza hiriente. Me ha tocado el alma, y a pesar de ello, como tú dices, es capaz de abrigar un corazón helado. Yo pienso que cuanto más triste es un poema más reconforta. Un abrazo.
Gracias por traernos a Scorza en tus recuerdos.»…cuando la vida pesa, las manos pesan:
es imposible escribir…»
Asà es…
La posÃa tiene siempre ese poder de hacer que no nos sintamos solos: ya hubo quien pasó por lo mismo, quien reflejó con las palabras necesarias lo que ahora sentinos, quien nos cede ahora esas palabras para poder expresar lo que llevamos dentro y que alguien, memorablemente, ya dijo, en algún lugar, a veces lejano en el espacio y en el tiempo pero tan, tan cercano.
Asà es Edu, la cultura y la poesÃa se valoran poco y se pretende crear consumidores y darles pan y circo.En fin…Un abrazo
Jose Miguel a mà tampoco se me olvida…Tiene esa honda melancolÃa machadiana, esa profunda hondura.Gracias por venir a compartirlo.Un fuerte abrazo.
Miguel angel compartir contigo es todo un lujo.la poesÃa nos hace mejores y nos une en la adversidad y en la alegrÃa.Un enorme abrazo.
Juan Antonio, qué harÃamos sin poesÃa, sin palabras para alimentarnos, para vivir, para revivir momentos felices y reconfortar nuestro corazón.
La poesÃa, en efecto, nos salva de todo. A veces incluso de nosotros mismos.
Preciosos versos los quen nos traes hoy, Marisa. Un beso.
Tienes razón querido Octavio, sobre todo de nosotros mismos y de nuestros propios fantasmas.Un beso.
Hola Marisa,
Primero perdón por mi poca asiduidad por aquà últimamente. Te leo con tanto interés como siempre, sólo es que estoy algo ocupado estos dÃas.
Y segundo, decirte que es un placer venir por aquà a APRENDER, con mayúsculas. Estás llenando mi lista de autores a leer.
Besos
Querido Spender, no te preocupes.A mà también me pasa que ando a tope con mi trabajo y otros proyectos y no pùedo dejar todos los comentarios que desearÃa… pero te agradezco que me lo digas porque me gusta mucho verte por aquÃ.Un fuerte abrazo y gracias por tus palabras.
Yo también tuve un cuaderno de espiral, pero azul como el primero de Bryce Echenique. Lo perdà y no volvà a tener otro. ¿Por qué se pierden estas cosas? Debe de haber una razón, o tremendamente tonta o tremendamente importante, lo cierto es que el quebranto es incontestable. Hasta ahora me he limitado a echarlo de menos, a lamentar mi descuido, pero ahora mismo, leyéndote, me he dado cuenta de que es como si en mi álbum familiar faltara una fotografÃa esencial. Una fotografÃa que yo misma me saqué, una imagen interior, una larga imagen de mis sueños de entonces.
Marisa, me ha gustado mucho leerte y leer a Scorza en esta frÃa tarde de sábado que ahora ya no me lo parece en absoluto.
Musu bat, neska.
Ay Mertxe esos cuadernos forman parte esencial de lo que fuimos … Para mà fue importante descubrir el mÃo después de una limpieza general de mi madre. Me ayudó a recordar y a poner en orden muchas cosas, y a no tener miedo de los sentimientos ni de las emociones, porque sui habÃa sobrevido a aquella tempestad de desepernzas podÃa sobrevivi a cualquier cosa.
Como siempre, un placer enredar contigo palabras…
Un abrazo muy grande
¿Sólo poesÃa?
Y de mÃ, de FermÃn Espinoza y del resto de los Chinchinos…¿nada?
Gracias por recordar a Scorza.
Fernando
Bueno fernando habrá sitio para todos…De momento me acordé de estos poemas y los traje a este rincón. Todo se andará. Un abrazo y bienvenido.