Septiembre

Septiembre es un mes dulce. Tan lleno de proyectos, de reencuentros, de propósitos nuevos… Muchos nunca se llevarán a cabo, pero ¡es tan dulce hacerlos!
Me gusta el lento cambio de la luz del estío que se hace otoñal. El verano se arrastra, perezoso, apurando sus últimos instantes como si no quisiera despedirse, aplazando su postrero estertor.
Septiembre sabe a frutas que se abren, a bodegón de membrillos y de higos,a tardes de tormenta y hojas que amarillean, como si presintiendo su caída, se les fuera el color.
Septiembre es el refugio deseado, apetecido, ansiado, suspirado, de aquellos que sentimos el peso del verano como un plomo mortal que nos aletarga, sumiéndonos en un sopor insufrible y tedioso.
Septiembre despereza las mañanas acortando las tardes, y el equinoccio marca la llegada de la nueva estación. Empieza el ritual de la naturaleza, que sabe a ciencia cierta que debe desprenderse de sus galas y recibir desnuda los fríos vientos del norte.Comprendemos, entonces, que la vida no acaba, que el círculo se cierra indiferente a nuestra feroz lucha contra el tiempo.
Septiembre nos susurra suavemente que es momento de retomar de nuevo la senda abandonada en los cálidos meses.
Y yo me preparo para recibirlo: emocionada, expectante, jubilosa. Como siempre creí que se merece un mes tan denostado por la prensa.

8 opiniones en “Septiembre”

  1. Siempre supe que detrás de esa cara bonita había mucho más… Y leyendo tu blog no he hecho sino corroborarlo. Tienes una sensibilidad y una forma de hacer las cosas muy personal. Nos gusta tu blog y te echamos de menos por aquí.

  2. Pues muchas gracias por tus palabras, piropo incluido… Yo también recuerdo los años que pasamos en aquel instituto y las ilusiones pedagógicas que allí se quedaron. Un abrazo

  3. Lejos me habían quedado a mi los «septiembres» como comienzo de nada o de todo… lejos quedaron también aquellas ideas que uno tenía en la cabeza… pero este año septiembre supone un inicio y hasta me he reencontrado con eso que muchos llaman «vacaciones».

    Gracias por saber plasmar en palabras lo que a mi, con la torpeza habitual que tenemos de esos de «ciencias» no sabemos nunca como expresar.

  4. Septiembre siempre es un prodigio con sus «resurrecciones»:
    «Si alguna vez vivo otra vez
    será de la misma manera
    porque se puede repetir
    mi nacimiento equivocado
    y salir con otra corteza
    cantando la misma tonada.

    Y por eso, por si sucede,
    si por un destino hindostánico
    me veo obligado a nacer,
    no quiero ser un elefante,
    ni un camello desvencijado,
    sino un modesto langostino,
    una gota roja del mar.

    Quiero hacer en el agua amarga
    Ias mismas equivocaciones:
    ser sacudido por la ola
    como ya lo fui por el tiempo
    y ser devorado por fin
    por dentaduras del abismo,
    así como fue mi experiencia
    de negros dientes literarios.

    Pasear con antenas de cobre
    en las antárticas arenas
    del litoral que amé y viví,
    deslizar un escalofrío
    entre las algas asustadas,
    sobrevivir bajo los peces
    escondiendo el caparazón
    de mi complicada estructura,
    así es como sobreviví
    a las tristezas de la tierra.»
    Pablo Neruda

  5. Sobrevivir a las tristezas de la tierra…Difícil tarea para un simple mortal. En fin, resurgimos siempre de las cenizas y caminamos con nuestro equipaje de experiencias. Por mucho que nos pese, la alegría y el dolor siempre viajan con nosostros.

  6. Brutal poema de Neruda que encaja tan bien con tu prosa poblada de imágenes. Me encanta tu blog y tus «comentaristas» que me permiten retomar la literatura de siempre, la que viví en mis años escolares y que tengo abandona por otros placeres menos clásicos.

    Un beso para todos. A Pablo ya se lo he enviado por teléfono, pero se lo re-transmites.

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