Un año para no olvidar

Ya se acaba el año que nos enfrentó a la verdad y nos recordó el valor de la resistencia y la solidaridad. El año en que los infames fueron más infames y los generosos más generosos.  El año en que mi hija salió al campo de batalla y los restos de su adolescencia se hicieron añicos contando pacientes muertos. El año en que no pudimos velar a nuestros muertos. El año en que comprendí a mi abuela y a su generaciòn de resistentes improvisados.Un año para no olvidar. Yo al menos no podré hacerlo.

Mi angel blanco en su centro de Salud con sus compañeras. Abril de 2020.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.