Camino de regreso

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Escribo como soy,
hablo de cuanto siento,
me doy en mis palabras,
y me ofrezco en mis versos.

Cuanto tengo os entrego.
No merezco laureles
ni menciones, ni premios.
Lo que valgo o no valgo,
sólo lo sabe el viento.

Y cuando mi voz duerma,
y se callen mis versos,
y enmudezcan mis letras
dando paso al silencio,
os espero a la orilla
de la arena del tiempo.
——

Tengo la sensación de llevar mucho tiempo, demasiado tal vez, esperando en la puerta equivocada, paseando por la plaza equivocada, esperando un autobús equivocado que me lleva a un lugar al que no pertenezco. Me he dejado tentar por los racimos de un fruto que no había de comer, he volado con alas de cera, frágiles frente al sol de la derrota, y ahora busco cobijo para mi ángel caído.
Quisiera vestirme de olvido y ser como la nieve. Pero hay en mi alma un fuego vivo que me confunde…Y yo sólo quiero ser frío, ser nieve, vestirme de olvido, enterrar las palabras, y callar esta voz que me quema por dentro.
Encontraré de nuevo el camino de losas amarillas que me lleve hasta casa, y buscaré cobijo entre las sábanas, y no miraré más a las estrellas que brillan imposibles y lejanas. Allí estarán los restos de lo que fui un día, mi lugar en el mundo, mi incólume esperanza y los brazos de aquellos que me aman, dispuestos a acogerme sin preguntarme nada.

22 opiniones en “Camino de regreso”

  1. Me ha recordado a Antonio Machado la primera parte. La segunda es perfecta, certera y precisa. Gracias, Marisa, como siempre, con un gran abrazo.

  2. Hermoso poema, Marisa. A veces nos sentimos asi, que el camino recorrido es al fin y al cabo una suerte de derrota. Que nada se nos dio como nuestros sueños. Que la vida duele, que duelan sus mañanas, que hieren sus silencios. Que un beso a la postre resulto ser un ataud, y que los gritos perduran por encima de las caricias. Besos Marisa, desde mi corazón.

  3. Marisa, la vida duele, en sus silencios, en los recuerdos que no son los sueños que tuvimos. Hay besos que se vuelven ataudes, y gritos que se tienen mas presentes que muchas caricias. A veces duele mucho vivir. Sabes, apenas hoy descubri una canción hermosisima de Silvio Rodriguez, Quien Fuera. Escuchala

  4. Muy buenos versos, Marisa, y la prosa me ha llegado al alma. Está cargada de tristeza, pero es tan bella que se hace dulce. Así se escribe la melancolía.

    Un beso.

  5. Tengo la sensación…, tengo la sensación…, tengo la sensación…, quisiera estar equivovocada, a lo mejor lo estoy, pero tengo la sensación…
    Cómo me gusta todo lo que escribes, lo que te dicta tu imaginación, o no, tantas y tantas veces me siento identificada…
    Un beso, preciosa.

  6. ¿Como k no mereces ni laureles, ni menciones, ni premios? mereces todo eso y muxo más, je je. Un poema precioso.
    Haber si nos vemos pronto.
    Bsitosss tq

  7. Sí Isabel, desaliento es la palabra…Y desconcierto y desubicación.Hay cosas que no están hechas para mí y punto.Es importante ubicarse, reconocerse y reconocer a los que nos acompañan en el camino.
    Gracias por venir a mis letras querida amiga.Espero que tu Dido tenga el éxito que merece.Abrazos enormes

  8. Querido Alexander(jaud) tus palabras me reconfortan más de lo que pudieras pensar. Las cosas no son como pensábamos, es verdad. A veces nos ilusionamos con falsas candilejas, con fuegos fatuos y no vemos el fuego que de verdad brilla junto a nosotros. Te mando un fuerte abrazo.

  9. Jose Miguel, la transmisión de esa tristeza es inevitable…Es lo que ahora hay, pero sé vivir con ella y la conjuro copn versos y palabras de «poca importancia» que diría León Felipe. Gracias por valorar lo que escribo, significa mucho para mí.Un besazo.

  10. Noray, mi querido amigo… Gracias. Saber que estás ahí leyéndome desde tus islas afortunadas me reconforta.(estoy en ello, eh?es que ando algo «desalentada» pero no me olvido )

  11. Sé que escribo palabras ciegas desde una distancia infinita para los abrazos. Sé que lo que sé de tí, lo sé por tus letras. Pero con eso me basta para conocer los retazos más hermosos de tu alma. Y aunque algunos sean grises, brillan cuando los toca la luz de tu palabra. Los textos que hoy nos regalas respiran desaliento, y aún así, estallan en una belleza que grita. Desconozco las causas que despertaron el sentimiento, sólo sé que prefiero estar del lado de los que te aguardan al final del camino para abrazarte sin preguntar.
    El desaliento nubla los paisajes, corrompe los colores, estanca las aguas cristalinas, vuelve agrios los sabores, y finalmente, sólo habita en la mirada. Y en esta parte del mundo, infinita para los abrazos, yo sigo agradeciendo cada día, el pan de tu palabra.
    Y este abrazo, querida amiga, derrota al infinito, y te abarca sin preguntar.

  12. Alejandro….me han emocionado tanto, tanto tus palabras que «por doler me duele hasta el aliento».Siento tu cariño, tu compañía y por supuesto tu abrazo. Espero que tú también sientas mi gratitud y mi afecto.Un abrazo enorme

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