«In memoriam»

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Hoy se cumplen setenta y nueve años del sueño republicano que tuvo como protagonistas a destacados intelectuales y artistas de la época (Antonio Machado, Lorca, Marañón, Pau Casals, Alberti, Díez Canedo, J. Ramón Jiménez, Altolaguirre, Prados, Cernuda, Aleixandre, Miguel Hernández, J. Marías, Cipriano Rivas Cherif, León Felipe, Alejandro Casona, María Zambrano, Victoria Kent, Max Aub,…), pero también a miles de españoles anónimos, hombres y mujeres, que quisieron formar parte de aquel viento de libertad.
Soñaron una España más moderna, más justa; donde la educación, la sanidad, la economía y otros muchos sectores sufrieran un profundo cambio. No querían seguir teniendo un país pobre, analfabeto, anquilosado en tradiciones que no le permitían avanzar científicamente; cercado por una religión todopoderosa y asfixiante que todo lo prohibía.
Pero ese sueño se convirtió en una terrible pesadilla, porque no todos estaban preparados para aceptar aquella transformación. Durante aquellos vertiginosos seis años se sucedieron episodios que desde la perspectiva histórica, ellos mismos no dudan en calificar de bochornosos. Pero la España de los años 30 era lo más parecido a un campo de minas o a un polvorín: demasiados odios, demasiados miedos, demasiada miseria, demasiada rabia, demasiada ignorancia.
Aquel fue su sueño. Por defenderlo sufrieron cárcel, exilio, derrota y humillación. Ahora, tantos años después, las semillas de la razón, la tolerancia, la igualdad y la libertad han ido germinando en aquella tierra que ellos encontraron yerma.
Me contaba mi abuela que el día que se proclamó la Segunda República había mucho miedo, mucha incertidumbre; pero también mucha ilusión. En medio de aquel dilema mi abuela optó por la ilusión. Se puso su mejor vestido, dibujó sus labios con carmín, y salió de la casa paterna rumbo a la Puerta del Sol, dejando atrás a un padre temeroso y a una madre recelosa. Cuando lo contaba, muchos años y muchas penurias después, siempre se le humedecían los ojos. Por ella, y por todos aquellos que tuvieron un sueño… SALUD.

6 opiniones en “«In memoriam»”

  1. Jo, qué entrada.

    Cuánta ilusión vibraba por dentro de aquellas personas.

    Qué distinta es hoy la vida.

    Salud, y República.

  2. Pues, ¡salud por la República! y por todos esos intelectuales exiliados en mi tierra que fundaron, auspiciados por gente de la talla del regiomontano Alfonso Reyes, la Casa de España en México (hoy Colegio de México), semillero de tantos talentos, y activaron el quehacer editorial, sobre todo con la creación del Fondo de Cultura Económica y su actividad literaria. La lista de nombres a recordar es larga: Ramón Xirau, Max Aub, Agustí Bartra, Juan Rejano, Luis Cernuda, León Felipe, Emilio Prado, María Zambrano y Pedro Garfías entre muchos otros, de este último te dejo los siguientes versos:

    Ahora voy a llorar por los que han muerto sin saber por qué
    cuyos porqués resuenan todavía
    en la tirante bóveda impasible…
    Y también por vosotras, lívidas, turbias, desinfladas madres,
    vientres de larga voz que araña los caminos.
    Un llanto espeso por los pueblecitos
    que ayer triscaban a un sol cándido y jovial.

  3. Vengo a felicitarte, no sólo por este aniversario de lo que no pudo ser, sino por «nuestro» aniversario como blogueras. ¡Dos años! Felicidades, querida Marisa, y un gran abrazo.

  4. Gracias a los tres por acompañarme, en el recuerdo de lo que fue, en la pena por lo que pudo haber sido y en la esperanza…un beso.
    ——
    Bel, ya ni me acordaba, en fin.

  5. Recién he encontrado este blog. Me parece muy interesante, profundamente humano y de una realidad al 100 %
    Este artículo sobre la guerra civil española no deja en el olvido a los intelectuales que ofrecieron todo por su sueño, pero tampoco a los miles de españoles que en el anonimato también lucharon por lo mismo.

  6. Roberto cervantes dijo:

    Recién he encontrado este blog. Me parece muy interesante, profundamente humano y de una realidad al 100 %
    Este artículo sobre la guerra civil española no deja en el olvido a los intelectuales que ofrecieron todo por su sueño, pero tampoco a los miles de españoles que en el anonimato también lucharon por lo mismo.

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