Somos invisibles para todo aquel que no quiere vernos , para todo aquel que decide, consciente o inconscientemente, ignorar nuestra existencia. Y así, por más que nos empeñemos en hacernos notar, por mucho que hablemos, gesticulemos o incluso gritemos, seguiremos siendo invisibles. Sólo existimos para quien nos reconoce.
Y permanecemos allí, agazapados, esperando ser vislumbrados y, sobre todo, reconocidos. Porque en ese acto de reconocimiento del otro conseguimos reconfortarnos.
Buscamos en los demás señales de nuestra propia existencia, para intentar así evitar el vértigo inevitable de sabernos solos. Ansiamos ser amados, respetados, tratados con justicia. Necesitamos compartir con los otros para sentirnos vivos. Necesitamos la dialéctica de los contrarios: dar, recibir; hablar, escuchar; dormir, despertar… No tenemos otra forma de conjurar nuestros miedos, de defendernos de nuestros peores enemigos, esos que hacen que seamos invisibles: el silencio y la indiferencia.
Escribiré mi nombre muchas veces…
Tantas como haga falta
para saber que existo,
que no soy invisible
que no desaparezco
ante la indiferencia
de los que me abandonan.
Escribiré mi nombre
con lo que tenga a mano.
con barro, con ceniza,
con sudor o con sangre…
Si fuera necesario
lo escribiré con faltas de ortografía,
lo escribiré en los muros,en las rocas
lo escribiré en las tapias,
en los portales viejos,
en todas las aceras que me encuentre a mi paso.
Y después dejaré
que lo borre la lluvia,
que se lo lleve el viento,
que lo sepulte el barro,
y que lo olvide el tiempo…
Por cierto, mañana estaré en la radio, en el programa Olvida tu equipaje, gracias Armando…Hoy me siento menos invisible
Es una gran verdad la que cuentas, Marisa, y lo haces de una forma muy bella, tanto en prosa como en verso. Precisamente esa búsqueda de reconocimiento es lo que nos hace a muchos abrir un blog; no nos basta con escribir para nosotros mismos, entonces nuestra obra serÃa invisible; yo dirÃa que «no serÃa». Un abrazo.
Fijate que yo no pensaba en el blog sino en la vida digamos «real»…Pero ahora que lo apuntas es verdad. Cuando escribimos y expresamos lo que llevamos dentro nos exponemos a ser vilipendiados, criticados, despedazados o ignorados, asà , como si nada, condenados al ostracismo «bloggero»:) La verdad es que yo prefiero la indiferencia al desprecio, a la mentira o a la desacreditación, pero si sabemos que hay alguien al otro lado todo es más gratificante. Asà que gracias por estar al otro lado y hacerte notar. Un abrazo
Hola Marisa me siento identificado con tus letras, soy un invisible, soy de ese club, pero un dia nuestra visibilidad creara un mundo nuevo.
Un Abrazo.
Qué cierto es que matan el silencio y la indiferencia…Qué bello texto, Marisa, cómo das en la diana. Pese a todo, hay que seguir escribiendo nuestro nombre con amor…Besos.
Qué acertado tu relato, con que maestrÃa y precisión manejas las palabras.
Te agradezco los comentarios de «reconocimiento» que dejas en mi blog.
Un abrazo.
Edu somos invisibles para los quer no quieren ver y siempre será asÃ. A nadie le gusta sentirse solo, a menos que sea un prepotente, o cual no es el caso, asà que uscamos espÃritus afines y afectos que nos unan y los tejemos para posibilitar un mund diferente, al menos el nuestro. Besos muy visibles.
Miguel Ãngel los que digan que no se sienten afectados cuando les ningunean o les vetan, o les difaman, mienten o son de piedra…A mà sà me afecta. Yo me alimento del afecto y las palabras.Por eso, como bien dices sigo escribiendo mi nombre y el nombre de los que aprecio con amor. Te envÃo un fuerte abrazo, porque sé que tú me ves como yo te veo.
Elena me gusta reconocer el trabajo bien hecho, y hacer que los que me rodean sepan que me importa lo que hacen, y que les he dedicado un poquito de mi escaso tiempo. Habrá quien piense que es un poco raro, pero es que yo soy asÃ: me gusta mostrar mi admiración, y apoyar a los que aprecio y dar lo que me gusta recibir. Soy afectuosa por naturaleza y no me gusta pasar de largo si puedo aportar algo. Un beso querida Elena, es un placer mostrarte mi admiración.
Va por ti, Marisa:
mertxemertxemertxemertxemertxemertxe…
Pues eso, a escribir nuestro nombre.Y el que no quiera escucharlo que se …acostumbre. Hoy llevo un dÃa terrible, pero sé que los que hasta aquà venÃs siempre me aportáis y me hacéis sentirme útil y visible. Un besazo queridÃsima amiga.
Un poema puesto en pie.
Un poema con fuerza.
Un grito.
Una necesidad de ser.
De ser reconocido.
Como un yo.
Yo no sé…
Si alguien encontrará
cómo resolver esta tragedia
existencial.
Un beso.
Pues sà Pepe, si alguien pudiera… En realidad somos cuando nos nombran, cuando nos llaman, hasta cuando nos odian.Dejamos de ser cuando nos olvidan. Besos querido amigo.
marisamarisamarisamarisamarisamarisa…
Habemus poeta mediática… A ver si no me pierdo la entrevista.
Bueno Mertxe gracias por nombrarme, no hay nada mejor para sentirse vivo. Hay quien no te nombra pero se permite el lujo de difamarte, asà que tú nombrame cuánto quieras. Besos guapa.
Ay Alfredo, yo de mediática no me veo… Pero Armando tiene un programa muy interesante al margen de mÃ, claro está:).Me hace ilusión, porque cuando recibes varapalos te gusta recibir compensaciones, es lo que tiene esta vida: una de cal, otra de arena. Besos guapo.
Sabes que te leo, que no eres invisible, que te leemos muchos pero no comentamos por que se nos da fatal lo de las tecnologÃas. No sufras por quien te desprecia o te difama. En el mundo encontrarás garras y manos tendidas, y puñaladas traperas, y abrazos fraternales y palmaditas hipócritas. Es asÃ.
Tu calidad no es cosa que nos hayamos inventado los que te queremos, la tienes y es indiscutible. Sabes que nos mantenemos al margen para que no pienses que somos subjetivos, pero te lo han dicho personas que no admiten réplica, por su formación y por su hondura humana.
Tú sigue, haz lo que te gusta y no seas tan modesta, que tu labor docente tanto en el instituto como en el centro de formación del profesorado es excelente. Tu sensibilidad, tu hondura, tu compromiso y tu buen hacer no debes ponerlos en duda. Luego habrá quien no le guste, pues ya está. «Contra gustos no hay ni puede haber disputas». CuÃdate, niña mÃa.
Querida Blanca, sé que no debemos dejar que nos afecte cualquiera, y que todo el mundo tiene derecho a dar su opinión. Cuando hablo de ser invisibles me refiero a muchos aspectos que van más allá de internet, que al fin al cabo no es más que un mágnifico soporte para relacionarnos más rápido que por carta o por otros medios m´s tradicionales en manos de unos pocos privilegiados. Me refiero a la vida, a los amigos que desaparecen, a la gente que estuvo y ya no está.
Te agradezco tus amables palabras de aliento y reconocimiento de mi trabajo. La falsa modestia es tan ridÃcula como la prepotencia. Hago las cosas lo mejor que sé y puedo, y haré lo posible por seguir mejorando y ser yo misma, siempre.
Gracias a ti, Marisa. Ha sido un honor. (Siento no haber estado en mi mejor dÃa jeje).
¡¡¡Besos!!!
Ha sido genial, siento que estuvieras pachucho pero aún asà ha sido estupendo. Vamos que ya tengo mono de volver y acabo de irme, je, je.. Cuidate.Seguimos en contacto y mándame el enlace cuando puedas. Un abrazo enorme
Y algunas veces, tristemente, somos invisibles para quien más quisiéramos ser visibles.
Un beso, Marisa.
Veo que ayer t lo pasaste muy bn en la radio, me alegro. Marisa sabes una cosa, el que no t quiera ver es tonto, no sabe lo que se pierde, jejeje, peor para el/ella.
Muchos bss.
Asà es Irene. Cuando los que amamos no nos ven entonces la tristeza es infinita. Un beso , guapa.
La verdad es que sà Vero. Lo pasé fenomenal y el programa de Armando merece realmemte la pena porque trata temas muy variados y muy interesantes. Ya dejaré el enlace para que lo escuches tú y quien quiera.
A mà , más allá de momentos puntuales de flaqueza, me importa que me veáis los que me apreciáis y los que yo aprecio.
¡Me alegro muchÃsimo de que fuera tan bien en la radio, Marisa! Esperamos ese enlace para escucharte con impaciencia.
Besos mil.
Da que pensar tu poema, y no sólo por lo que revela de tristeza y soledad. También por la fuerza y la esperanza que ponemos en nuestro propio nombre, en la confianza tan absoluta que tenemos en ese depositario de nuestra identidad. Un abrazo.
Lo subiré muy pronto, espero poder hacerlo mañana .Fue genial. Gracias bel, por todo…
Isabel no hay mayor soledad que la de ser borrado de la historia, o de la memoria o del recuerdo de los que amaste un dÃa. Por eso me gusta contar la historia de los que ya no están, para que no se borren del todo y no sean invisibles. Un beso querida Isabel.
Aunque a veces por entre los nombres se escapa la esencia de los hombres/mujeres (personas), y uno es como es y no como lo gritan, o lo nombran, es necesario hacernos presentes por lo que se nos conoce, y cuando alguien quiere hacernos desaparecer, incluso, de la evidente memoria de los documentos por determinados intereses o desintereses, estamparemos nuestro nombre con lo que sea, si es necesario con las uñas y los dientes.
Tu poema me ha hecho recordar unos versos de un poeta gallego que decÃan:»… y mil veces lo escriba y mil veces lo borre, como amantes que en el beso se repiten…». Constancia… Abrazos.
Me ha gustado mucho tu reflexión. Gracias por djarla aquà junto a mis palabras.Esas que algunos quisieran borrar o acallar. Un abrazo
llamarnos a nosotros mismos nos hace vernos desde lejos.L EJOS DE ESE YO QUE NOS PROTEJE COMO UN ESCUDO.aDMITIR QUE TENEMOS NOMBRE Y LA FACULTAD DE NOMBRARNOS NOS DEMUESTRA QUE TAMBIÉN SOMOS OTRO,EL OTRO,nos proporciona la autocrÃtica y la desnudez de la que te resguarda el yo.es un acto quizá demasiado valiente,hermoso como tus versos,peligroso y a la vez irremediable
Adaev un placer verte por aquÃ. Estoy de acuerdo con tu reflexión. AutocrÃtica y desnudez, muy necesarias ambas. Un abrazo