Las voces y los ecos

 

A veces es difícil distinguir las voces de los ecos, pero, sin duda, hay que seguir intentándolo.
Cuanto más me muevo por la red más comprerndo esa necesidad y más la pongo en práctica. «A distinguir me paro las voces de los ecos» escribía don Antonio. La red es como la vida, está llena de túneles oscuros, de laberintos  insidiosos, de castillos inexpugnables, de cuevas nauseabundas, de clubs horteras, de veredas anchas y limpias, de callejuelas con encanto, y de rincones sucios y oscuros a los que uno quisiera no haber llegado nunca. En la red, como en la vida, nos abrazan y nos empujan, nos acarician y nos arañan, nos sonríen y nos escupen.Así que conviene saber quiénes son nuestros compañeros de viajes y escogerlos muy bien para que la experiencia merezca la pena. Y, como en la vida misma, yo busco a la buena gente que camina, que sabe beber vino donde hay vino y si no hay vino agua fresca, que disfruta de la palabra y no se mira el ombligo, que sabe cuán lejano está siempre el horizonte, y cómo, al final, a todos nos cubrirá la tierra y sólo quedará nuestro recuerdo en aquellos que nos aman.

8 opiniones en “Las voces y los ecos”

  1. Hola! Qué bien lo has explicado, hay de todo, yo me muevo mucho por la red y ayer precisamente encontré un sitio estupedo de historia, el caso es tener paciencia, ojear, en fin, navegar no siempre es perder el tiempo, un besín :*

  2. Sólo por llegar a rincones como el tuyo, doy por buenas las desilusiones, las telas de araña que he tenido que ir sorteando, los ecos confundidos con las voces…
    Estás en mi corazón y en mi recuerdo. Creo que hemos traspasado la red con éxito.
    Un beso amiga

  3. Carmen, tu siempre fuiste una voz clara y serena, una incondicional, una imprescindible.Tú eres una de las personas que me animan a seguir escribiendo.Un besazo, corazón.

  4. He tenido suerte en la red, sólo he conocido gente estupenda, aunque creo en lo que dices y me causa una enorme tristeza, la vida es demasiado corta como para andar ensuciando y entorpeciendo sus caminos.
    Besos, Marisa.

  5. Jose Miguel Ridao dijo

    Pues no cambies, Marisa, que ese derroche alegra la vida de los que están a tu lado. Un fuerte abrazo.

    No he podido moderar el comentario ( cachis)Gracias guapo.

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