Amparo Gastón, la gran olvidada…

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PRESAGIOS

«En la tarde cargada de terribles designios,
Inocente de todo, cruza la brisa nueva.
Los árboles confusos, silenciosos y negros
presienten y se callan como si fuese un sueño.

Cruza el aire una sombra de eternidad o de miedo.
Las fuentes ocultan la cabeza en sus brazos.
Cruzo deprisa el campo calladísimo y solo,
y los pájaros vuelan y escriben lo que ignoro.
Quiero huir como sea de este silencio helado,
de este Dios que me manda sin que yo lo comprenda,
envuelto en sus designios, cada vez más eterno,
ignorando mi vida, mi dolor y mi muerte».

AMPARO GASTON, A flor de labio

No es justo que la recordemos sólo por ser la viuda de Celaya, cuando en realidad Gabriel es un poeta cargado de Amparitxu. Pocos saben cuánto, cuánto influyó Amparitxu en aquel ingeniero que quiso ser poeta y , de su mano, descubrió otro mundo y se quedó allí, para siempre.

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