Perplejidades, despistes y franquezas

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(I) Perplejidades

A veces, sin saber cómo, ni cuándo, ni por qué, algo pone patas arriba nuestra tranquila existencia; algo que arremete contra nosotros con una fuerza tal, que arrasa nuestros cimientos, y sopla y sopla con fuerza inusitada hasta que consigue hacernos caer.Por un momento sentimos que nos invade un sentimiento de orfandad y desamparo, y una extraña suerte de desasosiego. Luego todo se pasa, porque el dolor y el desengaño nunca son para siempre, sólo permanecen sus cicatrices y éstas se van borrando. Y es que la piel, aunque tiene memoria, sabe regenerarse. Todo es cuestión de tiempo. La alegría, la tristeza, el éxito o el fracaso no son más que estaciones de paso.
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(II) Despistes

En internet, como en la vida no virtual, es difícil no meter la pata, bien por exceso, bien por omisión.En internet, como en la vida, hay caminos que se encuentran y caminos que se bifurcan. Nos encantamos y nos desencantamos, nos desvivimos y nos desmorimos, nos emocionamos y nos decepcionamos.
Pero el tiempo avanza siempre inexorable, y, aunque nos resistamos, va dejando a la intemperie las cosas que habían estado escondidas.Y, a veces, duele…

(III) Franquezas

Puedo asumir lo que soy, pero no lo que no soy. Puedo reconocer mis fallos, mis puntos débiles, mis flaquezas, mis errores, pero no los que otros se empeñen en adjudicarme. Escribo lo que quiero, como quiero y cuando quiero, porque esta es mi casa y a nadie perjudico con ello, excepto a mí misma, y , visto lo visto, y vivido lo vivido, tal vez lo mejor sea resguardarse de una vez, y poner a buen recaudo mi entereza.

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