«Una obra de arte es buena si está hecha de una necesidad.
Es este origen mismo el que decide; no existe otro criterio….
Descended en vosotros, escrutad las profundidades de donde fluye vuestra vida.
En su fuente encontraréis la respuesta a esta pregunta:
¿Debo verdaderamente crear?
Aquel que crea debe llegar a ser por sí mismo un Universo,
encontrar por sí mismo y en la naturaleza lo que precisa.»
R. M. RILKE – CARTAS A UN JOVEN POETA
El certificado de calidad literaria no lo expenden los amigos y los acólitos, ni siquiera los críticos, ni los académicos. Decía León Felipe que el poeta no le tiene miedo a la poesía. No debemos tener miedo, ni creer que sólo los elegidos tienen derecho a la palabra. Si alguien no nos gusta, no le leemos y punto. Si no le gustamos a alguien que no nos lea y punto. Pero ir de divo por el mundo, permitiéndose el gesto preparado y ficticio de falsa humildad y modestia perversa, eso no. Que hay genios de la literatura, estetas del lenguaje que tienen un don, pues claro. Se les reconoce y cada uno a lo suyo. Las abejas reinas a su panal para que las adoren y las llenen de miel y presentes sus adoradores, y el resto de los mortales a buscarse la vida como buenamente puedan.
Los enfoques poéticos son múltiples y todos tienen su lugar. Las élites y las masas no son más que entelequias sectistas y sectarias. Uno escribe como considera honesto, y punto. ¿Por qué renunciar? Yo disfruto por igual con muchos poetas radicalmente diferentes. Con poemas que se gritan y con versos que se susurran. No renuncio, no resto, no acoto. Valoro a los prolíficos, y admiro la tenacidad de los puristas que cincelan una y otra vez con lentitud de orfebre.
Creo en las tres heridas:»la del amor, la de la muerte, la de la vida…» y me gusta la poesía que nace de alguna de ellas o de las tres. Pero no por ello desprecio un buen poema de estética dadaísta o de hermetismo simbolista.
Somos lo que leemos, lo que escribimos, la música que nos conmueve y el agua que nos calma la sed. Descubro cada día nuevos enfoques y nuevas voces poéticas, pero sigo bebiendo del sereno manantial de los maestros que me despertaron hace ya muchos años. Me busco a cada instante, crezco y me regenero de mi propias cenizas y mi dolor profundo. La poesía forma parte de lo que soy y cada uno sabrá lo que busca en ella, o lo que encuentra, aun sin esperarlo…