MUERTE DEL NIÑO HERIDO
Otra vez en la noche…Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. – Madre, ¡el pájaro amarillo !
¡Las mariposas negras y moradas !
-Duerme, hijo mío.- Y la manita oprime
la madre, junto al lecho. – ¡Oh flor de fuego !
¿Quién ha de helarte, flor de sangre, ¿Dime ?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego ;
fuera, la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.
-¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía ?
El cristal del balcón repiquetea.
¡Oh fría, fría, fría, fría, fría !
Antonio Machado
Parecen haber cesado por fin los bombardeos. Un fuerte olor a polvo, metralla y muerte lo invade todo. Un silencio espeso y negro precede al estallido de los gritos, del llanto inabarcable… Una joven emerge de los escombros manchada de polvo y sangre. En sus brazos lleva un pequeño bulto, con los brazos inermes colgando hacia los lados. La pequeña criatura tiene los ojos fijos en un punto infinito. Camina con su muerto a cuestas entre los restos de lo que fue su hogar, su calle, su ciudad. A su alrededor hay un ruido infernal de voces y sirenas. Pero ella no oye nada, anda sin rumbo fijo, todo es un decorado, una lenta película rodada en blanco y negro que ocurre tras su pasos. Se ha sentado en el borde de un camino con su niño en los brazos y su pena infinita. No llora, no siente, no comprende…
La joven se llamaba Rosa y vivía en la calle Franco Rodríguez, en Madrid. Su niño se llamaba Tomás y tenía dos años. Todo ocurrió el 15 de noviembre de 1936, en uno de los muchos bombardeos a los que fue sometida la capital. Pero podría haberse llamado Assmae y vivir en Gaza… El ser humano no ha aprendido nada. Nada ha cambiado. Sólo los nombres de los muertos, la potencia de las armas y el color de los uniformes. («Tristes guerras si no es amor la empresa, tristes, tristes…»)
Dice Arturo Pérez-Reverte que siempre es la misma guerra. Y yo también lo creo. La guerra es todo lo contrario a progreso, globalización (cultural) y humanismo. La guerra siguen siendo los caciques que mandan a sus súbditos a las trincheras. Eso el mundo de la sociedad abierta, libre y plural. Parece que algunos aún no se han enterado de que estamos en el siglo XXI.
Un abrazo, Marisa.
Asà es Ãlvaro. El progreso, el humanismo, la cultura y la tolerancia contra la barbarie, el horror, la violencia, la injusticia.
La guerra deberÃa ser el último reducto de la sinrazón. Quiero pensar que otro mundo es posible, un mundo de palabras, sin balas, ni puños, ni vidas sacrificadas. En fin, habrá que seguir construyendo puentes. Un abrazo fuerte.
Hola Marisa, han callado los bombardeos parcialmente, de todos los modos lo empezaran en otro lugar del mundo, ya sea el Libano, Afganistan o Irak. Curioso el viernes iba por Francos Rodriguez y como siempre que voy por Madrid, voy recordando ese Madrid castigado, estuve tambien en Sol, en la conocida como entonces como avenidad quince y medio, en el cuartel de la Montaña, hoy templo de Debod, niguna placa recordaba lo que paso en Madrid, los miles de muertos causados por la aviacion nazi-Fascista. Solo visitar Londres, es recordar su resistencia a la aviacion Nazi, se recuerda en monumentos y calles o la propia Paris, que encima tiene una calle al maquis Cristino Garcia y Madrid…donde esta su recuerdo?
Debera ser en estos espacios donde se mantenga vivo.
Un Abrazo Marisa.
Lo más triste de todo es que pasan los siglos, y somos incapaces de no cometer los mismos errores. El mundo sigue dejándose manipular al antojo de unos pocos que por sus propios intereses hacen que luchen hermano contra hermano, que persiguen, matan o torturan.
Cada dÃa que leo los perÃodicos o veo los informativos en la televisión, me doy más cuenta de que pocas lecciones hemos sabido sacar de estos milenios que nos contemplan a la raza que dice llamarse «racional».
Y es que al final el más indefenso, el último de la cadena, es el que sufre los horrores, los otros, los «pensantes» mientras toman una copa de oporto al calor de la chimenea, mientras cuentan las ganancias.
Gracias por mantener viva la conciencia de todos nosotros.
Un fuerte abrazo.
Eso es lo triste,Edu, que no aprendemos, que seguirán silbando las balas… Tienes razón cuando hablas de cómo los franceses o los ingleses recerdan su pasado… En fin. Mi abuela me contaba sus experiencias y anécdotas en aquel Madrid sitiado y bombardeado y son terribles, de verdad. Ojala nunca más tuviéramos que recordar pero la barbarie llama a la barbarie … Otro abrazo para ti.
BorromÃn, gracias a ti por venir a este rincón a recordar, a pensar, a no olvidar la historia para no repetirla, para no intentar minimizar nunca el horror de los que vivieron o viven esta barbarie sea donde sea. Yo siempre estaré con las vÃctimas, con los que sufren, no por que sea más fácil decirlo y quedar bien, sino porque es lo que creo de verdad y lo que me dicta mi conciencia. Tus palabras me animan a seguir. Gracias y un fuerte abrazo amigo mÃo.
Una intensÃsima anécdota enmarcada por Antonio Machado y Miguel Hernández. ¿Qué más se le puede pedir una entrada? Una sola cosa: queojalá nunca más haya motivos para escribir sobre la guerra. Soñemos con las utopÃas, pese a todo.
Querida Marisa. Perdona que saque otro escenario para añadir a nuestra guerra del 36 y a Gaza; pero como los de siempre son los de siempre, pues ahà va, que no se quede sin citar:
Se calcula que en Hiroshima de una población de 450.000 habitantes, la bomba mató en unos primeros instantes a más de 70.000 personas causando otros 70.000 heridos. Sin embargo, a finales de 1945 el número de victimas mortales habrÃa ascendido a más de 100.000, pudiendo llegar, pasados cinco años, a más de 200.000 el número de muertes sumadas las causadas por la radiación nuclear. En Nagasaki, el número de vÃctimas causadas directamente por la explosión se estima en 40.000 mortales y 60.000 heridos de una población de 195.000 habitantes. A estas vÃctimas hay que sumar las causadas por los efectos de la radiación nuclear. De una población de 645.000 habitantes, el número de vÃctimas pudo sobrepasar las 400.000 o 500.000; de ellas, 250.000 o 300.000 mortales.
La gran mayorÃa de las vÃctimas fueron civiles.
Un beso, amiga.
CodornÃu
Sà Octavio, sñemos con las utopÃas, esperemos que no haya más guerras, ni más horrores, ni más niños mueto. Machado y Henández ¿qué más podemos pedir,verdad? Un abrazo.
Es verdad Pepe, cuántas vÃctimas en aquel horror…Y nada parece haber aprendido el hombre, salvo sofisticar su armamento y poder disparar incluso de noche… En fin, pobres niños, pobres madres, pobres hombres de paz y de palabra en un mundo de balas y de bombas.
Un beso.
Se me ha hecho un nudo en la garganta solo de imaginarme la escena de la madre con su hijo muerto en los brazos, que por desgracia se repite demasiadas veces… me he quedado sin palabras.
Bss
Por desgracia es cierta y por desgracia se repite y se ha repetido demasiadas veces… Ojala un dÃa sólo sean recuerdos para la historia. Besos guapa
Es lo triste: como tú bien dices, no hemos aprendido nada.
El dolor através de los ojos duele. Duelen verlos reflejados en documentales de la Historia y duele más aún, verlos muertos a las tres de la tarde de hoy. Duele. Y duele más aún cuando los instalas en tu mente con esa pelÃcula en blanco y negro de tus palabras. Y quizá algun dÃa tanto dolor, consiga que empiece a doler menos.
Es francamente para no poder dejar de llorar.
Ojalá que nuestros corazones nunca se endurezcan tanto como para acostumbrarse al horror, ojalá que nuestro memoria nunca borre esas imágenes imperdonables, que dan la dimensión espantosa de ese horror que se repite en diferentes escenarios. Tus palabras no sólo conmueven, se clavan en nuestra conciencia grabando esas imágenes en blanco y negro de un espanto que se nos hace propio, aunque estemos lejos. Ojaláse acaben esas tristes guerras, de una vez y para siempre. Un gran abrazo.
Spender lo peor es que ahora creo que tampoco hemos aprendido… Un abrazo
Carmen, como decÃa Baroja en este mundo las almas sensibles no pueden sino tiritar de frÃo… Quiero tener esperanza pero me cuesta asumir tantos muertos sin nombre. Gracias, como siempre, por venir y acompañarme. Besos
Alejandro, amigo mÃo…¡cuando aprenderemos, ¿cuándo acabará la violencia, cuándo utilizaremos únicamente la palabra y el entendimiento? Gracias por emocionarte, y por conmoverte, y por estar ahÃ. Un enorme abrazo.
Es la misma pesadilla, repetida en diferentes lugares y diferentes épocas. Pero el mismo horror… Creo que el mundo está enfermo de falta de sensibilidad. Esto me lleva a plantearme si realmente el ser humano es tan racional como dice la Ciencia. Tal vez seamos los auténticamente irracionales.
Un abrazo.
A veces yo también lo pienso… La irracionalidad, la violencia, el odio contra nuestros semejantes, la posibilidad de no sentir nada ante la muerte y la destrucción. Ecce homo…Un abrazo
SÃ, es una desgracia que no podamos tener el deseo de cambiar, de que nuestro corazón no se limpie en su totalidad.
Tiene que llegar el dÃa en que todas estas pesadillas queden enterradas.
Abrazos.
Asà es Graciela, apostemos poque asà sea. Un abrazo
estas guerras…sabemos q son todas d intereses politicos principalmete..por lo cual todos tenemos la culpa d no manifestarnos contra los 4 de turno q estan siempre..ponemos el caso del muuuuyy «»»»»señor»»»»»» bush,q fue financiada su campaña electoral con miles y miles de millones pagados por la industria de armameto..y porq sera??..porque con bussh tenian un contrato..y ganarian el triple como minimo d lo q le darian ..para q qeremos tantas armas?? si esta calculado q hay armameto para destruir el planeta entero¡¡ unas 4veses¡¡¡
Tienes razón es un verdadero horror. Bienvenido.