Aquí os dejo el tema de Cinema Paradiso que me inspiró este texto y que, si queréis, puede acompañar vuestra lectura.
A mi abuelo Manuel, que se fue sin saber de mí, y ni siquiera pudo ver el tímido regreso de la primavera después del largo invierno que le toco vivir… Por él yo respiro ahora todas las flores, y hago, de la palabra libre, mi única bandera.
» se me ha muerto como del rayo…»
M. Hernández
Como del rayo sí, como del rayo
le arrancaron de aquellos que le amaban,
una fría mañana de febrero
(dolor de invierno, lluvia en los semblantes,
gafas oscuras arrastrando el paso
camino del pequeño cementerio…)
Una vida truncada, en blanco y negro,
daguerrotipo cruel de una derrota.
No pudo con las penas su persona.
Se apagó su sonrisa entre barrotes,
se marchitó la savia de sus venas,
y lloraron su muerte
los álamos del río
que conduce a la casa de la infancia.
Con él se fue el olor a hierbabuena,
a azahar, a tomillo y a albahaca.
Con él se fue la risa,
las mariposas blancas en su pelo,
los tangos de Gardel, y las mañanas.
Con él se fueron todas las palomas
y el aire se hizo denso, irrespirable.
Su voz de plata y luna
se quebró para siempre.
Las madres tejedoras,
envueltas en harapos
de odio eterno y venganza,
cortaron sin piedad el frágil hilo
que le ataba a los suyos,
a la vida de escarcha,
de flor nocturna y frágil
que le tocó vivir.
Se lo quitaron todo,
la hacienda, la alegría,
la honra, la esperanza.
Le quedó la palabra, la poesía.
y escribiendo, escribiendo
se fue volviendo agua,
se fue volviendo humo,
transparente papel, hoja caduca.
Se murió en hombre digno,
con su sonrisa puesta y sus ropas humildes,
en su pequeña casa,
con un viento invernal
y un profundo desánimo.
Una triste mañana de febrero,
en un Madrid tendido hacia el futuro,
se abandonó a la muerte…
Cansado de esperar la primavera.
Muy emotivo, Marisa, de nudo en la garganta…
Gracias Juan Antonio. Tus palabras también me emocionan a mÃ. me gusta seguir compartiendo emociones… Un abrazo.
¡ Cuánta emoción guardan tus versos! Me parece estar ahà en uno de esos tristes entierros de la posguerra, donde las familias venidas a menos sobrellevaban como podÃan sus penurias económicas, su derrota y su humillación…
Siento que tu abuelo no llegara a conocerte, pero estáis unidos por los versos para siempre.
Un beso
Al final sólo quedan las palabras, los recuerdos, la belleza de las pequeñas cosas, a pesar del dolor…
Al final solo quedan las palabras, los recuerdos, la belleza de las pequeñas cosas… que no es poco.
y el olor de esas hojas secas y amarillas. Ya veo que tienes una vena antigua como la mÃa, los poemas de mi abuelo, aquellos que hizo en la cárcel de Sevilla, en el 39 nada menos, siguen rodando en mis nobles intenciones de corazones y cebollas.
Delicioso, sentido. SÃ,tu abuelo fue un hombre bueno, un hombre entero.
Esta contento de tener una nieta que le escribe para que su recuerdo sigua vivo.
Ya ves que digo (esta) porque sigue con vosotros.
Un placer leerte.
Me alegra que tengamos en común un pasado de poemas y versos heredados de nuestros abuelos. Espero poder leerlos alguna vez… Un abrazo
Gracias Mª Luisa por venir hasta este otro rincón. Me reconfortan tus palabras de mujer buena y sabia. Mil abrazos sinceros para ti…
Preciosas palabras Marisa, me he emocionado al leerlas y no se que ponerte más, pues me he quedado sim palabras… Muy bonita también la musica, triste, pero bonita.
Un Abrazo muy fuerte.
Gracias mi querida Verónica. me gusta que vengas, leas, comentes, y conozcas esta faceta mÃa, algo alejada de la que estáis acostumbrados cada dÃa en clase …o a lo mejor no tanto.
Un abrazo
¿Estás segura de que se fue? Yo lo he visto, anda por aquÃ, entre estas palabras y esta música fascinantes. ¿Se fue tu abuelo? No sé, me parece haberlo visto en tus manos que yo no he visto.
Lo he oÃdo respirar.
Un beso.
Gracias juan manuel, yo también lo siento a veces, en sus versos, en los mÃos, y en tantas pequeñas cosas…
Muy emocionante, Marisa, bonito homenaje.
Cada dÃa siento más rabia por la impunidad con la que actuaron los asesinos y la vergonzosa Transición que hubo después.
Un fuerte abrazo.
Con la palabra, con la poesÃa, con la cultura, con las ventanas abiertas, sin miedo, con orgullo, con esperanza… Asà me lo imagino siempre que lo evoco mirando las viejas fotografÃas, o sus libros, o leyendo sus poemas. Gracias por compartir conmigo estos pequeños homenajes que le voy dejando en el camino.
Un abrazo
Cuando heleÃdo tu poema, mi hija Diana que estaba por allà merodeando, me ha dicho ¿ Es otra versión de Miguel hernández que has encontrado entre tus papelotes? (ya sabes cómo llama ella a mis estudios filológicos)… Ya sé que Diana tiene veinte años, y no es especialista en literatura, pero toma nota guapa, porque ha leÃdo mucho, tú bien lo sabes, y tiene intuición para reconocer lo bello, lo auténtico, lo que llega al corazón como un disparo certero. Y tú llegas, siempre has llegado.No temas a los tiburones ni alos pomposos pedantes académicos, tu vuelas libre y tu cielo es inmenso…
Bueno, bueno, que Hernández son palabras mayores…. Será porque he tomado prestados sus versos para reconstruir mi propia versión de una elegÃa, y porque lo he leÃdo tanto, tanto, que sus formas y su ritmo están dentro de mà siempre. Ya sé que vuelo libre pero las zancadillas y las mentiras y duelen, y las alas malheridas impiden volar…
Dale un beso a Diana.
Precioso poema de la Memoria…lleno de ternura y sensibilidad. Besos.
Bienvenido. Es para mi un regalo que un poeta de tu categorÃa y tu buen hacer me dedique estas palabras. Gracias de corazón. Puedes venir siempre que quieras a enredarte en mis palabras o leer mis poemas en mi otro blog. Un abrazo, te sigo leyendo.
No creo en las casualidades, pero ayer cené con Oscar Santos y hablamos de muchas cosas. Nos preguntamos por nuestras pelÃculas preferidas y yo le dije que, sin duda, la mÃa era Cinema Paradiso. Y hoy me encuentro con ella en tu blogg. Bueno y con un bello poema.
Gracias por tus comentarios.
Abrazos y salud.
pepe
BellÃsimo, tierno y duro al mismo tiempo.
Jo, Marisa, estaba buscando tu enlace para enviárselo al estupendo poeta Miguel Ãngel Yusta con el que ayer tomé una cerveza cuando veo que ya os habéis conocido. Genial!!!
Estas cosas me alegran un montón.
Besos,
M
Pues la verdad es que ha sido casualidad. Tu blog está tan lleno de gente interesante y de temas que me gustan… Me alegro mucho de haber contactado contigo, de corazón.
Gracias pepe, la vida nos enlaza y nos enreda. Un placer leerte
y verte por aquÃ.
Yo coincido con todo lo que se dice por aquÃ…y con que tu abuelo está en tÃ, contigo, en tus palabras y en tus manos, en tu mirada, llenándote de las flores que él no pudo ver, en las risas de tus hijos…cómo está en Pablo, hermana !!.
Sigo por aquÃ…me gusta mucho estar contigo.
Gracias querida sé que siempre estás…
Un precioso homenaje. Supongo que además de las heridas, heredaste su poesÃa. Enhorabuena a los dos. Me conmueve pensar que está tan cerca de ti sin haberle conocido. Aunque a veces la presencia no es garantÃa de conocimiento, siento que no hayas podido besarle y abrazarle. Pero también siento que estas palabras te enredan en él y es uno de esos abrazos que trasciende al tiempo y al espacio.
Asà es amiga. siempre ha ido conmigo…»Conmigo vais, mi corazón os lleva» decÃa machado. Es increÃble el poder de la palabra. Gracias. Es muy importante para mà compartir esto con alguien tan sensible como tú.
Marisa…
Hermosamente emotivo, leo estas cosas con un nudo que me ahoga inevitablemente.
Muchos crecieron sin el calor de los besos, de los consejos y caricias de un abuelo.
Otros muchos seguimos soñando que un dÃa vuelva alguien diciendonos que es sangre de nuestra sangre, o al menos donde están sus huesos y su sangre.
Gracias por emocionarme, porque se que sigo vivo.
Saludos desde El Bierzo.
Es bellÃsimo, MArisa.
Gracias,
Comparto tu emoción, la siento, y siento la belleza de tus versos…