Hoy se cumplen ochenta años del sueño republicano que tuvo como protagonistas a destacados intelectuales y artistas de la época (Antonio Machado, Lorca, Marañón, Pau Casals, Alberti, Díez Canedo, J. Ramón Jiménez, Altolaguirre, Prados, Cernuda, Aleixandre, Miguel Hernández, J. Marías, Cipriano Rivas Cherif, León Felipe, Alejandro Casona, María Zambrano, Victoria Kent, Max Aub,…), pero también a miles de españoles anónimos, hombres y mujeres, que quisieron formar parte de aquel viento de libertad.
Soñaron una España más moderna, más justa; donde la educación, la sanidad, la economía y otros muchos sectores sufrieran un profundo cambio. No querían seguir teniendo un país pobre, analfabeto, anquilosado en tradiciones que no le permitían avanzar científicamente; cercado por una religión todopoderosa y asfixiante que todo lo prohibía.
Pero ese sueño se convirtió en una terrible pesadilla, porque no todos estaban preparados para aceptar aquella transformación. Durante aquellos vertiginosos seis años se sucedieron episodios que desde la perspectiva histórica, ellos mismos no dudan en calificar de bochornosos. Pero la España de los años 30 era lo más parecido a un campo de minas o a un polvorín: demasiados odios, demasiados miedos, demasiada miseria, demasiada rabia, demasiada ignorancia.
Aquel fue su sueño. Por defenderlo sufrieron cárcel, exilio, derrota y humillación. Ahora, tantos años después, las semillas de la razón, la tolerancia, la igualdad y la libertad han ido germinando en aquella tierra que ellos encontraron yerma.
Me contaba mi abuela que el día que se proclamó la Segunda República había mucho miedo, mucha incertidumbre; pero también mucha ilusión. En medio de aquel dilema mi abuela optó por la ilusión. Se puso su mejor vestido, dibujó sus labios con carmín, y salió de la casa paterna rumbo a la Puerta del Sol, dejando atrás a un padre temeroso y a una madre recelosa. Cuando lo contaba, muchos años y muchas penurias después, siempre se le humedecían los ojos. Por ella, y por todos aquellos que tuvieron un sueño… SALUD.
Para los que crecimos entre republicanos vencidos, hoy es un dÃa muy especial.No quiero decir que no lo pueda ser para cualquiera que se sienta afÃn a ese proyecto, pero para nosotros es más que polÃtica, es memoria herida y reconstruida, es amor a los nuestros y a su sueño de dignidad.
Ya sabes que me gusta todo lo que escribes, porque siempre hay un fondo humano LCR (Laico. Civil y Republicano).
¿Te parece que haga una reseña del acto con los alumnos en la Autónoma y la pongamos en la magnÃfica exposición que has preparado? PodrÃamos exponer también algunos ensayos de las ganadoras.
Hola Marisa
Hace dÃas que no sé de ti, me inquieta en qué avatares os encontraréis. La vida a veces, se complica… Espero que nos veamos pronto, con renovada ilusión.
Tu antorcha sigue alumbrando, tu trabajo, tu poesÃa, a los que nos vemos arrastrados por las ocupaciones y los quehaceres siempre urgentes, pero no tan importantes.
Hasta pronto, un abrazo