Recuerdo aquellos días de noviembre…Me diste una canción y tres poemas mientras me protegías del frío entre tus brazos.Y llovían los besos en oscuros portales, y en aceras mojadas, y en parques solitarios.
Era el mes de noviembre y yo te amaba. Y escribía tu nombre en cada esquina, en cada hoja doblada, en cada ventanilla de autobús. Teníamos apenas veinte años, y el mundo nos cabía entre las manos. Me diste una canción, y tres poemas…que aún leo muchas noches de noviembre, cuando la vida para, el tiempo se detiene, y los recuerdos dulces de juventud perdida buscan un hueco entre mis muros para poder salir.
Era el mes de noviembre, y yo te amaba tanto, que no supe decírtelo. Te amaba tanto, pero tan torpemente… que te deje marchar.
Precioso, Marisa. Qué serÃa de nosotros sin esos noviembres. Perdidos, pero al fin y al cabo vividos, que es lo que importa. Un beso
Noviembres o abriles,
qué más da,
nunca se olvidan
aquellos amores
escritos en poemas.
A pesar de todo el mundo hoy
continúa cabiendo entre tus manos.
un beso
Hay tantos noviembres como sentimientos, Marisa, y éste que narras es muy hermoso, aunque deja un poso de melancolÃa.
Un beso.
Por mucho que digan, hay cosas que no vuelven, y suelen ser las que más duelen. Creo que la mayorÃa hemos vivido un noviembre de estos. Me gusta mucho lo que cuentas y cómo lo cuentas.
Mil besos, Marisa.
La juventud tiene esos Ãmpetus y esas torpezas. ¿Quién no ha dejado perder un amor entonces? Hace falta toda una vida para aprender a retener lo que/a quien queremos. Un abrazo enorme y admirado de tus palabras, como siempre.
Gracias por vuestras palabras. Me alegra saberos aquÃ. Un abrazo enorme
Recuerdos, la vida que se quedo guardada en nuestras querencias. Y como volvemso a ella cuando dejammso salir esos momentos. Bonito, bien sentido. Besos para la bella autora.
Sigue viva…Muchos besos.