Vencerá ya el verano, con su lenta pereza, a la siempre inestable primavera… Se sabe tan pleno, tan lleno de promesas, tan jubiloso, que anuncia los placeres de su largo solsticio, ese que hace eternos los días y anheladas las noches, vestido con sus galas de lujuria estival y descanso merecido.
Y le siento llegar, respirando en mi oido su cálido aliento milenario, prometiendo que las horas pasarán lentamente, jugueteando con todos mis sentidos, y despertando todos mis deseos. Yo sé que ha desplegado sus encantos y ahora luce , orgulloso, su merecida victoria pasajera.
Viene hasta mí con su olor a mar y cielo limpio, con sus noches de brisa y su sabor salobre, con las separaciones y los reencuentros, con los lugares nuevos y los ya conocidos, con el verde intenso y el azul detenido,con la espiga de oro y los prohibidos frutos de árboles improbables.
Y le dejó que venza, que inunde cuanto soy y cuanto me rodea, porque el ciclo se cumple y es hora de dejarnos acariciar por el sol.
Necesitamos el Sol, para vivir.
Hasta este año no habÃa encontrado la expresión-idea que reflejaba lo que sentÃa cuando el verano me daba ése no sé qué que multiplicaba n veces mi vitalidad.
Hace unos dÃas encontré por aquÃ, entre los amigos blogueros, esa referencia literaria: el verano nos hace olvidar por un par de meses (sobre todo cuando está nuevecito, sin gastar, al principio) esa realidad mortal y farragosa de la vida. Algo asà como volver a la juventud dorada. Regresar a la ilusÃón sempiterna de la existencia.
Bienvenido veranito.
Un beso, amiga.
Disfruta de ese verano en tus ojos y del sol en tu alma.
Un Abrazo.
Pues es verdad, el sol nos da la vida Javier.Un beso
Me gusta mucho esa visión de la recuperación de la juventud y la ilusión.Bienvenido sea, guapo. ya entré en tu nuevo blog, ¿eh? me gustó verte…
Lo intentaré Edu…todo se andará.
Una victoria pasajera… muy bien señalado, querida amiga. Y un alivio pensar que también son pasajeras las derrotas. Venga ese verano y nos llene de sol y de alegrÃa. Un beso enorme.
El verano es sol, luz, alegrÃa, a mà me gusta por esto, y por otra parte no me gusta, no sé muy bien por qué, otra de mis contradicciones, me pasa un poco casi como con la navidad, es como si tuviéramos la obligación de estar felices, aunque por dentro nos pueda invadir la tristeza, por fortuna, no es mi caso en este momento. A mà me gusta mucho el otoño.
Espero que no pase este verano sin que nos conozcamos.
Un beso, Marisa.
Gracias isabel, te deseo un verano genial,aunwque nos seguimos leyendo.
Irene, de este verano no pasa, ¡eh?